En los días actuales podemos decir que para los chicos pre-adolecentes y adolecentes la desobediencia, es un acto de rebeldía que según ellos los vuelve importante, obteniendo la atención de sus amigos, compañeros o quien esta a su alrededor. Uno de los lemas de nuestra generación es “yo hago lo que quiero”. ¿Alguna vez dijiste esto? Seguro que si. Todos lo hemos dicho: “a mi nadie me manda”, “yo hago lo que se me ocurre”.
Ahora veamos que dice la palabra de Dios con respecto a la desobediencia (Efesios 2:2) “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de DESOBEDIENCIA”. Podemos ver claramente que quien es desobediente sigue la corriente al diablo, así de simple, el diablo fue expulsado del reino de Dios por su desobediencia, y el actúa hoy en día para hacer lo mismo con los siervos de Dios.
Pero muchas veces nos olvidamos que la desobediencia no proviene de Dios, sino del diablo y es así que cuando vienen alguien ya sea alguna autoridad u otra persona a pedirnos algo, caemos en la trampa del diablo rebelándonos contra aquella orden mandada. (Leer 1 Pedro 2:18)
“Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la OBEDIENCIA de uno, los muchos serán constituidos justos” ( Romanos 5:19)
Tenemos dos caminos en esta vida y delante de nuestro Señor Jesús, yendo por el camino de la desobediencia nos tornamos pecadores, mas por el camino de la obediencia nos tornamos justos delante de El.
Por esa razón si el espíritu de la desobediencia ha estado actuando en tu vida, ya sabes como combatirlo, simplemente OBEDECIENDO, aquel que es de Dios tiene placer en obedecer porque él se coloca a su disposición como siervo y tenemos un ejemplo perfecto para seguir, nuestro Señor Jesús, El dando su vida por nosotros, se torno Justo delante de Dios. Así que “habiendo purificado vuestra alma por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no frangido…”
Hagamos la Voluntad de Dios, y obedezcamos en todo, así estaremos agradando a nuestro Señor Jesús y el diablo ya no podrá tocar nunca más en nuestras vidas.
Te he escrito confiando en tu OBEDIENCIA, sabiendo que harás aun más de lo que te digo. (Filemón 1:21)
Dios los bendiga abundantemente
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