Estamos viviendo un momento especial en la Iglesia Oración Fuerte al Espíritu Santo: La Hoguera Santa.
Y el Gf teen también está en esta fe, es decir, con la seguridad de la respuesta de Dios.
La Hoguera Santa en el Monte Moriah, es muy especial, porque vemos a través de la Biblia, la historia de un hombre que es considerado el padre en la fe: Abraham.
Él se caracterizó por su obediencia y fidelidad a Dios.
En el inicio, Abraham, no tenía las condiciones para realizar sus sueños, sin embargo, no se dejó llevar por las voces negativas.
Primeramente, vemos que Dios le dijo que dejara su tierra y su parentela (Gésesis 12), de esta manera estaría dejando atrás su antigua vida, y empezaría una nueva vida con Dios, sin oír otras voces que anularan su fe (la certeza de que aquello que tanto deseaba se cumpliría).
Hoy no es diferente, siempre hay voces negativas y circunstancias que quieren hacernos desistir de los objetivos, ¿y tú...a que voz has oído?
Pero quizás te preguntes ¿qué lo hizo tan diferente a Abraham de otras personas?
Lo siguiente: el tenía la característica de estar disponible a oír la voz de su Creador, a la cual, siempre respondía: "Heme aquí", en otras palabras: "aquí estoy Señor, para hacer Tu voluntad".
Por esto, él brilló entre muchos e hizo la diferencia entre todos.
Si tú, adolescente, quieres cambiar tu historia, es momento entonces de oír la voz de Dios y no las voces que te llevan a vivir una vida que Le desagrada.
Él nos llama a todos, y somos nosotros quienes nos volvemos elegidos para brillar como estrellas; y así, que las personas puedan ver las grandezas de Dios en nuestras vidas.
"Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. Y creyó al Señor, y le fue contado por justicia. (Génesis 15:5 y 6)
Dios habló: Abraham escuchó, creyó y siempre obedeció.
La obedeciencia trae con ella una renuncia (sacrificio), que al final nos devolverá alegría y felicidad.
Antes de seguir malos ejemplos, te proponemos seguir el ejemplo de este hombre que superó sus expectativas y contempló las grandezas de Dios en su propia vida.